En esta foto del 13 de mayo de 2016, la directora de secundaria Peyton Chapman posa en la Escuela Lincoln de Portland, Oregon, EEUU. Don Ryan AP Foto
SAN FRANCISCO
Desde los vestuarios y las clases de educación sexual, hasta las normas sobre vestimenta y las excursiones con pernoctación, las escuelas tienen que buscar un equilibrio entre los derechos civiles de los estudiantes transgénero y las inquietudes de sus compañeros, los padres y la comunidad educativa.
El Departamento de Educación federal buscará orientar a las escuelas en conformidad con la directiva del gobierno de que los niños en transición de género sean tratados de acuerdo con su identidad de opción.
Ésa ha sido la norma desde 2013 en el distrito escolar Arcadia del sur de California. Como parte de un acuerdo con los departamentos federales de Justicia y Educación que sirvieron de base para la directiva nacional del viernes, los estudiantes pueden usar el sanitario, vestuario o cabaña de campamento que corresponda a su género reconocido fuera de la escuela, dijo el jefe del distrito, David Vannasdall.
"Lo que jamás ha ocurrido es que un estudiante diga, 'hoy soy un chico, mañana soy una chica"', dijo Vannasdall. "Cuando los estudiantes llegan al punto de pedir ayuda, ya se presentan en todos los aspectos de la vida como de tal o cual género".
El gobierno había advertido a las escuelas antes del viernes que negar a los estudiantes transgénero el acceso a las instalaciones y actividades correspondientes era ilegal de acuerdo con su interpretación de las leyes federales contra la discriminación sexual. Pero, por primera vez, la nueva orientación aconseja cómo adaptarse a las necesidades de intimidad de los jóvenes que no son transgénero.
El Departamento de Educación citó normas ya vigentes en Washington, Nueva York, la capital y la escuela secundaria Atherton de Louisville, Kentucky, para afirmar que se pueden instalar cortinas de privacidad en las zonas de cambio de ropa, permitir a todos los estudiantes utilizar los mismos baños con cubículos para los sanitarios o buscar otras disposiciones siempre que no afecten exclusivamente a los transgénero.
"Las inquietudes por el derecho a la intimidad y seguridad de los niños se aplican a cada niño individual, incluido el transgénero, dijo el director de la Atherton, Thomas Aberli, quien debió enfrentar la oposición de la comunidad cuando permitió que un estudiante transgénero usara el baño de mujeres hace dos años. Desde entonces, media decena más se han declarado transgénero, dijo Aberli.
El abogado Asaf Orr, director del Proyecto Juvenil Transgénero del Centro Nacional por los Derechos de Lesbianas, dijo que la norma sería útil para disminuir la reacción contra los derechos de los transgénero que el problema de los baños ha provocado en estados como North Carolina, al demostrar que los derechos de las minorías pueden coexistir con los de la privacidad si las escuelas respetan la necesidad de todos los estudiantes de sentirse cómodos.
Aunque la directiva no es obligatoria por ley y la Corte Suprema podría decidir si las leyes federales de derechos civiles protegen a los transgénero, las escuelas que se nieguen a cumplirlas podrían enfrentarse a demandas por parte del gobierno y un recorte al apoyo financiero de la federación.
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